martes, 25 de noviembre de 2008

Historia de Las Presillas


Según el Becerro de las Behetrías, catastro mandado realizar por Pedro I el Cruel, en 1352, el actual pueblo de Las Presillas estaba constituído por tres barrios: Montoto, Reviella y Las Presillas. El primero era del rey, otro de Ruy González de Castañeda y otro de encartación. Pagaban al rey servicios y monedas (martiniega). A los señores "dan cada año del solar de Ruy Gonzales por infurción (impuesto de acuerdo con los recursos de cada labrador) dos celemines de escanda a la medida de Cartes, lo otro del dicho lugar está por Gutier Díaz de Cevallos e danle cada labrador cada año que a monte un puerco por el de San Martín, tómales el señor por nuncio (impuesto cuando moría el dueño de la casa) un buey o una baca el que lo ha".

Medio siglo más tarde, en el Apeo de 1404, Las Presillas, que tenía tres solares de realengo y uno de Ruy González de Castañeda, ahora presenta cuatro solares trocados por el rey con el señoría de Castañeda. Se observa por tanto el inicio de la influencia de los Condes de Castañeda que no llegará a ser tan fuerte como en los demás pueblos del municipio por la pujanza de la Casa de los Ceballos.
Al menos desde el siglo XV había una ferrería propiedad de los Ceballos y cuatro molinos, dos en el arroyo del monte, uno en San Nicolás, con una rueda mancomunada. Quizás de la existencia de tantas presas pequeñas para hacer funcionar estos molinos y ferrería proceda el nombre del pueblo.

El modo de vida de sus habitantes sería similar al de los pueblos vecinos, con una economía de subsistencia basada en la agricultura tradicional de cereales y hortalizas, aunque también se cultivaba la vid, ya que existen noticias de que la Casa de los Ceballos el Neto, en 1589, comerciaba con vino.

Otra actividad peculiar de los vecinos de Las Presillas era la cerámica. Durante los siglos XVII y XVIII hubo alfareros que elaboraban y comerciaban una loza blanca para uso doméstico, conocida por Talavera del Pas: platos blancos del Pas, jarras, antamillas, jarros, fuentes, saleros...
También debieron ser importantes las ferias de ganado y mercados, que se ubicaban en la robleda de Rucarbos. Se vendían en tenderetes telas, cerámica, cintas y cosas venidas de fuera y quincallería.

En torno a 1850, Las Presillas tenía 80 casas ubicadas en los barrios de Abajo, Somasprilla, Tucial, San Benito, Rucarbos, Gancedo, La Helguera y Robía "distribuidos sin orden ni regularidad". Eran 76 vecinos, alrededor de 300 habitantes y había una escuela de primeras letras.

Las tierras, de mediana calidad eran fertilizadas por las aguas del arroyo San Benito y producían maíz, trigo, alubias, patatas, buena fruta y pastos. Existía así mismo "un palacio casi arruinado, propiedad de los Tagles y varias fuentes buenas y de abundante agua".

Los nombres de los parajes más representativos del pueblo son: San Benito, La Colar, La Capía, La Riaña, Rutín, Soito, Volante, la Jilguera, Los Remedios, La Brena, Rucarbos, Somasprilla, La Sierra, La Cruzada, Llosavía.

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